En las faldas del volcán Imbabura, Pinsaquí es una hacienda histórica que ofrece experiencias mágicas en los andes ecuatorianos. Reconocida como Geoparque Mundial por la UNESCO, esta hacienda de 1700 teje historia, cultura, naturaleza y bienestar.
Una hacienda histórica
Originalmente, la Hacienda Pinsaquí fue una fábrica textil. Empleaba a más de 1000 indígenas de la zona, quienes confeccionaban prendas de ropa que luego se exportaban a los Estados Unidos. Algunos dicen que el famoso mercado de Otavalo, se originó aquí.
Luego, en los siglos XVIII y XIX Pinsaquí se convirtió en testigo de importantes hitos para la independencia del país. La hacienda sirvió como tambo (lugar de descanso) para Simón Bolívar, El Libertador, en sus viajes desde Perú a Colombia durante las campañas de liberación. También, era su punto de encuentro con su fiel compañera Manuelita Saénz, que le ayudó a planificar la batalla de Ibarra, la única en la que Bolívar participó en territorio ecuatoriano.
Años después, en 1863, se firmó en Pinsaquí el Tratado de Paz, poniendo fin a una larga disputa territorial entre Ecuador y Colombia. El tratado es conocido también como el Tratado de Pinsaquí.
En el siglo XX la hacienda se transformó en una hostería para ofrecer una experiencia cultural y natural a turistas nacionales e internacionales. Su renovación preservó la arquitectura colonial de la casa, integrando habitaciones y comodidades modernas para el confort de sus huéspedes.
Dato curioso: el significado de la palabra Pinsaquí es “casa entre dos ríos” y la hacienda fue nombrada así gracias a los dos ríos que funcionan como linderos naturales de la casa.
Experiencias mágicas en los Andes
Pero quizás uno de los mayores encantos de Pinsaquí, es que ha logrado entrelazar su herencia y su historia, con el presente. Quienes la visitan, pueden aprender a preparar sus emblemáticas empanadas de viento en clases de cocina (o helados de paila u otros platos de su deliciosa carta), o crear su propio bordado guiado por artesanos locales (ellos te proveen el material necesario y te dan tu pieza bordada para que te la lleves a casa, pero además, puedes llevar tu propia prenda y personalizarla con bordado). Si te apasionan los caballos, puedes disfrutar de cabalgatas dentro de la hacienda, o si prefieres, cabalgatas más largas para explorar sus alrededores. Y si buscas relajarte, puedes disfrutar de un masaje con profesionales de la zona.
Más allá de estas actividades que están disponibles, el personal de la hacienda te recibirá con mucho cariño en un cóctel de bienvenida en el famoso bar ecuestre, donde los canelazos, música andina y las anécdotas históricas crean un ambiente acogedor.
Explora Imbabura
Además de disfrutar de las actividades dentro de la hacienda, Pinsaquí es un excelente punto de partida para explorar Otavalo, Cayambe y San Antonio de Ibarra. Está ubicado en las faldas del Taita Imbabura, frente al Cotacachi, a 5 km de Otavalo, 4 km de Cotacachi, 6 km de Atuntaqui y 12 km de San Antonio de Ibarra.
Si buscas un escape de la ciudad te recomendamos experimentar la rica herencia del Ecuador andino en Pinsaquí.
Visita la página web de Pinsaquí para mayor información sobre tarifas y experiencias. Si buscas hacer una reserva, encuentra el enlace a su Whatsapp, aquí.