ORIGEN
En el corazón del Centro Histórico, en la calle Junín, se encuentra una joya arquitectónica y galería viva que trasciende generaciones: Casa San Marcos.
Su historia se entrelaza con la historia de la ciudad misma, remontándose a sus raíces coloniales en el siglo XVIII cuando el arquitecto español José Jaime Ortiz compró el terreno por un costo de 700 “patacones” (término de origen español: monedas de plata, de peso de una onza).
Construida en 1700* con una mezcla del estilo español y técnicas de construcción indígenas, la casa nació en un barrio en ese entonces residencial, fuera de la ciudad. Sus techos de bahareque y maderas finas, sus patios interiores y sus corredores de ventanales con vista al Panecillo, se han convertido en testigos del desarrollo de la ciudad.
San Marcos descansa entre las quebradas de Manosalvas y Tenerías, que ahora se unen en La Marín para llegar al Machángara. La historia cuenta que, en siglos anteriores, detrás de la Casa San Marcos un huerto se extendía hacia la quebrada, abasteciendo al mercado local en un intercambio vital o “ trueque” entre vegetales y carne fresca.
LA CASA CON EL PASAR DE LOS AÑOS..
En 1707, tras la muerte de José Jaime Ortiz en Quito, la casa inició su viaje a través del tiempo, pasando en el proceso, por las manos de varias familias.
Cientos de años después, en la década de 1920, los hermanos Valdivieso heredaron la propiedad. A causa de una disputa familiar, decidieron dividir la casa en dos, levantando una pared en el patio interior para marcar sus dominios. Un hermano se quedó con el ala de las habitaciones, mientras que el otro se quedó con el área más amplia; el área social. Este hermano, que según los relatos tenía una mejor situación económica, decidió contratar al arquitecto italiano Antonino Russo para incorporar habitaciones a su lado de la casa, y así, poder acoger a una familia que seguía creciendo. En esa época, la arquitectura del Centro Histórico de la ciudad se caracterizaba por su estilo republicano. Russo era conocido por su estilo neoclásico con rasgos de art-nouveau. Fue así, que más de 200 años después de su construcción original, la casa adoptó un estilo ecléctico, fusionando el estilo colonial y el estilo republicano de la época.
LA FAMILIA CASARES Y SU MISIÓN DE RESTAURACIÓN
El destino de Casa San Marcos dio un giro significativo hace casi dos décadas, cuando la familia Casares, descendientes de antiguos propietarios, decidieron comprar la casa. Con un profundo respeto por su historia, empezaron un proceso de restauración que buscaba preservar la arquitectura colonial de la casa original y las añadiduras republicanas, legado de Russo.
Para entender cómo la casa llegó a convertirse en la galería viva que es hoy, tenemos que conocer a Mayra Ribadeneira. Anticuaria, madre, abuela, coleccionista y creyente – Mayra estuvo al centro de los esfuerzos de revivir a esta casa histórica. Su espíritu alegre e inquieto y su amor por las artes, la llenaron de color, personalidad y tesoros. Aunque su sueño de convertir la casa en una Escuela de Bellas Artes nunca se materializó, su visión le dio a Casa San Marcos una identidad única. Así, el hotel que surgió con el tiempo, se convirtió en más que un simple alojamiento: en una galería viva donde cada obra de arte, mueble y antigüedad, cuenta historias de tiempos anteriores.
CASA SAN MARCOS
Al entrar a Casa San Marcos, te envuelve la sensación de haber cruzado un portal hacia otra época. Los muebles antiguos y las obras de arte no decoran el espacio, lo habitan. En el Salón Amarillo, el escudo de armas de la familia guarda secretos que esperan ser descubiertos, mientras que en el salón principal de los Ángeles, un techo original de 1707 te acoge, exhibiendo una técnica de construcción que no utiliza clavos. El panecillo decora el paisaje. En el pasillo de la segunda planta sobre el patio interior, los frescos de Pablo Cabrera Zambrano, artista ecuatoriano, dan vida a la memoria Mayra (la abuela) y su familia.
Así como la casa se ha vuelto parte de la historia de la ciudad, la esencia de la abuela se ha convertido en el alma de la casa; dotándola de magia y un carácter maximalista que la hacen verdaderamente especial. Aunque la abuela ya no está físicamente presente, su espíritu vive en cada detalle de Casa San Marcos.
HONRANDO EL LEGADO DE LA ABUELA
Después de meses de duelo, su familia ha emprendido la noble misión de revitalizar el hotel y honrar su memoria. Este esfuerzo es testimonio de su dedicación inquebrantable a preservar y mejorar Casa San Marcos, y refleja una profunda esperanza en el legado de Quito, rescatando su historia y su rica herencia cultural.
A LA CASA MÁGICA, LE ENVUELVE OTRO TESORO
San Marcos es un barrio especial. Entre casas de colores, balcones con geranios y banderas, y puertas abiertas a talleres, galerías, cafeterías y museos, la vida cotidiana florece. Caminar por San Marcos es revivir con nostalgia la sencillez de la vida de barrio. Es inevitable sentir un fuerte vínculo a nuestro pasado, nuestra historia y nuestras tradiciones. Y esto no sucede en vano. San Marcos es el resultado de una comunidad unida y organizada que trabaja para preservar los tesoros del barrio, rescatando su esencia y encontrando la manera de protegerla de manera consciente y sostenible, mientras todo en los alrededores, cambia, muta y evoluciona.
Si buscas una experiencia auténtica de Quito, Casa San Marcos, es una estancia única, inmersa en arte, historia y tradición. En una casa verde sobre la calle Junín, el espíritu de la abuela y de quienes vinieron antes, vive eternamente y nos acoge para descubrir el Centro de Quito a través de sus ojos artistas.
*Casa San Marcos ofrece tours guiados del Centro Histórico, desayunos y servicios de cafetería. En ocasiones especiales como Semana Santa, ofrecen un catálogo de actividades y experiencias, tanto culturales como culinarias.
Dirección:
Junín E1- 36 y Montúfar
A solo cuatro cuadras de la Plaza de la Independencia y 12 min caminando desde la estación de metro San Francisco.
Contacto:
(593) 2 228 1811
www.casasanmarcos.com
info@casasanmarcos.com
MÁS SOBRE LOS ARQUITECTOS
Sobre Antonino Ruso:
Nacido en 1981, Antonino Russo Scuderi fue un arquitecto italiano. Estudió la primaria en su ciudad natal, Catania, y los estudios secundarios en Turín. Luego, estudió en la facultad de arquitectura de la Real Universidad de Milán, donde se graduó en 1910 como ingeniero / arquitecto. Su especialidad en cemento armado, le llevó a viajar a Sudamérica, en un contrato con el Gobierno de Bolivia, para diseñar y construir el muelle del Lago Titicaca.
Después de cumplir con su labor, al terminar su contrato, Antonino viajó a Argentina, donde vivían sus hermanos mayores que también eran arquitectos. Juntos fundaron la compañía de construcción: Russo Hermanos. Su estilo de construcción era ecléctico y tenía rasgos de art-nouveau que marcarían el trabajo de Antonino hacia el futuro.
Un año después de que falleciera su hermano mayor, en 1913 Antonino y su hermano Paolo emigraron a Ecuador. Algunos compatriotas que vivían en el país les aseguraron que existían muchas posibilidades para ofrecer sus servicios arquitectónicos. A su llegada, se inscriben en la Universidad Central para refrendar sus títulos, y en 1918 vuelven a fundar su compañía constructora Russo Hermanos.
En 1920 Antonino se casó con una quiteña, Concepción Villacís Franco, con la cuál llegó a tener 7 hijos. Su hermano, se fue a vivir a Guayaquil donde continuó con su carrera.
Antonino llegó a ser profesor de la cátedra de arquitectura de la Escuela de las Bellas Artes, después convertida en la facultad de Arquitectura e Ingeniería de la Universidad Central, y además ocupó puestos públicos como Jefe de Construcciones del Ministerio de Obras Públicas, jefe del Departamento de Construcciones Escolares del Ministerio de Educación y jefe de Construcciones de la Caja de Pensiones.
En la actualidad, Antonino es reconocido como uno de los más importantes modernizadores de la capital durante la “belle epoque” andina. Su estilo principal fue neoclásico, con rasgos italianizantes y decoraciones similares a un art nouveau.
Fuente: La Enciclopedia de Quito
Sobre José Jaime Ortiz:
Nacido en España, José Jaime Ortiz llega a Cartagena, Colombia, en 1964. En camino a la ciudad de Lima en búsqueda de comisiones arquitectónicas, se detuvo en Quito donde la cofradía del Santísimo Sacramento estaba buscando un arquitecto para empezar la construcción de su iglesia. Por una suma de 4,500 pesos, la cofradía convence a Ortiz de tomar el proyecto y establecerse en Quito para llevarlo a cabo. Era un proyecto retador: tenía que construir la iglesia del Sagrario encima de la “Quebrada Grande”, un sitio además precario por la historia sísmica de la ciudad. En 1968, un terremoto sacudió la ciudad, creando nuevas oportunidades de trabajo arquitectónico. En ese entonces, la iglesia del Sagrario ya había tomado forma y su construcción estaba bajo control, razón por la cuál Ortiz acepta otros contratos.
Desde su llegada, Ortiz quiso formar parte de la comunidad: construyó una casa y un taller, invirtió en bienes raíces que incluyeron varias propiedades y participó en diferentes tipos de negocios y actividades del área. En 1707 emprendió una expedición en búsqueda de tesoros escondidos en el volcán Pichincha, resultando en su encarcelamiento y luego, en su muerte. En su corta carrera de 13 años, el arquitecto había diseñado y construido por lo menos 11 obras importantes, entre estas: La Iglesia del Sagrario, la iglesia del convento de la Merced, las portadas de la iglesia de Santa Catalina, la torre de la iglesia de Santo Domingo, el Arco de Santa Elena y el claustro principal del monasterio de la Inmaculada Concepción.
Fuente: Arquitectura y Empresa en el Quito Colonial: José Jaime Ortiz, Alarife Mayor por Susan V. Webster
ARTISTAS ECUATORIANOS DESTACADOS
Pablo Cabrera, doctor en Filosofía, Estética y Teoría del Arte y Magíster en Estudios del Arte, ha realizado 29 exposiciones nacionales individuales y 76 exposiciones colectivas, además de más 20 exposiciones internacionales colectivas en Colombia, Perú, Estados Unidos, Suiza, Alemania, España, Suecia, Inglaterra, Australia, China, Francia, Japón y Taiwán.
Visita registrada en marzo de 2024.